miércoles, 11 de octubre de 2006

Desalmado


Un perro no tiene alma, dicen quienes saben de almas. Perro no sabría que responder ante semejante –e inasible– afirmación. Lo que se dice pensar, Perro pensaba. De hecho esto no son sino vagos reflejos de sus reflexiones. Pero eso no prueba que Perro tenga alma. Perro era callejero, flaco, pulgoso, huidizo, solitario... pero, ante todo era un ser empírico. Y pensamiento y alma no son lo mismo. Sino el mundo sería otro, y sería mejor.

Foto: Cristina García Rodero.